Los pokemones se parecen a los emos también en sus cortes de cabello, asimétricos y grafilados; sin embargo, su jerga es de raperos y bailan rcggacton. Además, escuchan música "de planchar" o romántica, rancheras y hasta norteña. En resumen, están más desorientados que los emos porque son su imitación "barata", según estos mismos.
Los niños y adolescentes pokemones asisten a las, ahora famosas chi-quitecas -fiestas en el día de menores de edad-. Según ellos, se trata lólo de una rumba, donde se baila y se conversa al ritmo enérgico del Kggaeton, sin alcohol, drogas ni cigarrillos a la vista, tampoco adultos o "gente grande".
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que en los operativos y en las requisas que ha desarrollado la Policía Nacional de Colombia a numerosas chiquitecas, se han hallado drogas como el bóxer y el popper, prostitución infantil, marihuana, armas (navajas, pistolas) y menores de edad bailando con adultos.
Más que por su aspecto, los pokemones'" se han destacado por sus lamosos "ponceos" o besuquees que tienen lugar en sus sitios de encuentro, en su mayoría, las chiquitecas. Estas fiestas se han vuelto reuniones clandestinas de menores de edad, donde estos bailagas y alcohol en conjunto con adultos. Estoy hablando de niñas, niños y adolescentes besándose con docenas de parejas diferentes en un día, a espaldas de sus padres, quienes, irresponsablemente, se quedan tranquilos por la hora en que transcurren estas "inofensivas" reuniones: de 2 pm a 8 pm.
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Aparte de frecuentar estas fiestas en salones comunales o casas clandestinas, o en bares que abren durante el día, los pokemones salen a los eentros comerciales a hacerse notar y a lanzar arengas a los emos y a los punketos, lo cual ha dado lugar a hechos violentos.